Si quieres mantener una sonrisa de cine a lo largo de los años, es tan importante proteger tus dientes como proteger tus encías. Las encías merecen tanta importancia comos los dientes.
Es importante mantener dientes y encías en buen estado para prevenir enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).
La gingivitis se produce por la acumulación de la placa bacteriana, que provoca la inflamación de las encías, el enrojecimiento de las encías y el sangrado al cepillarse los dientes. Si no se trata bien, puede generar en una periodontitis.
La periodontitis es la inflamación alrededor del diente que hace que las encías se retraigan y favorece la formación de bolsas periodontales donde se acumula la placa bacteriana y llegan a dañar el hueso y los tejidos que sostienen el diente, provocando que el diente empiece a moverse e incluso caerse.
El material necesario para mantener una buena salud bucodental son:
- Hilo o seda dental.
- Enjuague bucal o colutorio sin alcohol.
- Irrigador.
- Cepillo eléctrico y cepillo de dientes manual.
- Pasta dentrífica y tratamiento blanqueador.
- Cepillos interproximales o interdentales.
La clave está en tener buenos hábitos de limpieza dental y de limpieza de encías para tener una buena salud bucodental
1. Hilo o seda Dental
El hilo o seda dental se utiliza para proporcionar una fácil penetración en los espacios interdentales y así eliminar la placa bacteriana para ayudar a prevenir las caries. Los hay con flúor y triclosán, y también los hay indicados para utilizar en aparatos de ortodoncia y alrededor de implantes.
Ocupa tan poco que puedes llevarlo siempre cuando sales a comer o cenar fuera de casa. Así siempre podrás seguir con tus buenos hábitos de limpieza bucal.
Es importante saber cómo usar el hilo dental: Se sostiene entre los dedos pulgares e índices, y se desliza suavemente hacia arriba y hacia abajo entre los dientes. Luego hay que curvar el hilo dental suavemente alrededor de la base de cada diente, asegurándose de que pase por debajo de la encía.
2. Enjuague bucal o colutorio sin alcohol
El enjuague bucal o colutorio sin alcohol se usa normalmente después del cepillado. Eliminan el mal aliento, previenen las caries, tienen acción antiplaca y refuerzan el esmalte. Los hay más específicos para la protección de encías, y existen en sabor menta fresca dejando sensación de frescor. Algunos enjuagues bucales son de acción total, proporcionan una limpieza completa evitando y reduciendo también la gingivitis y reduciendo el sarro.
3. Irrigador
El irrigador es un dispositivo eléctrico que mejora y mantiene el máximo nivel de higiene bucal, de un modo rápido y sencillo. Se basa sus efectos en la propulsión de chorros de agua a alta presión con el fin de eliminar la placa dental y los restos de comida entre los dientes y debajo de la línea de los dientes. Limpia de forma eficaz incluso las zonas de difícil acceso y la zona subgingival y ayuda a prevenir la inflamación de encías y la gingivitis. Los hay capaces de eliminar el 99.9% de la placa bacteriana, limpia dientes, encías, coronas, puentes, retenedores e implantes. Existe el irrigador tamaño viaje, pensado para ser transportado con facilidad y llevártelo a cualquier parte; así podrás mantener tus hábitos de higiene bucodental.
4. Cepillo eléctrico y cepillo de dientes manual
El cepillo eléctrico es un cepillo dental que hace movimientos automáticos rápidos de las cerdas del cepillo, ya sea por la oscilación hacia atrás y adelante, o por la rotación oscilatoria, con el fin de limpiar los dientes.
Antes de nada, hay que dejar claro que se puede hacer un cepillado dental eficaz tanto con un cepillo de dientes manual como con uno eléctrico, siempre que se sigan unas recomendaciones básicas.
Aunque hay necesidades y gustos para todo, según los propios dentistas es cierto que determinados cepillos eléctricos demuestran ventajas sobre los cepillos manuales. Básicamente son dos ventajas del cepillo eléctrico: Reduce más la placa bacteriana y son más respetuosos con el esmalte.
Pero hay circunstancias en las que puede ser más conveniente usar un cepillo manual a un cepillo eléctrico: después de una cirugía, las personas con ortodoncia o en el caso de los niños (aunque no hay motivo por el que no puedan usar uno eléctrico).
Se recomienda renovar cada 3 meses el cepillo manual, o en el caso del cepillo eléctrico renovar los cabezales.
5. Pasta dentrífica y tratamiento blanqueador
En cuanto a la pasta dentrífica, es crucial elegir la adecuada para mantener la salud oral y sistémica. Una pasta de dientes óptima es aquella que tiene acción antimicrobiana y protege contra la caries y las enfermedades periodontales. El flúor también es un aliado fundamental para la prevención de la caries. Los dentríficos actuales han experimentado una gran evolución y aportan mucho más que flúor, entre ellos, el estaño.
El estaño es un componente activo que aporta las siguientes ventajas: previene la caries y la placa bacteriana, protege las encías y protege contra la sensibilidad dental, previene el sarro y previene la halitosis, blanquea los dientes eliminando las manchas superficiales y previene la erosión del esmalte.
Si quieres recuperar el blanco de los dientes puedes optar también por el Kit de tratamiento blanqueador, que incluye cepillo dental blanqueador + pasta de dientes + 6 moldes blanqueantes.
6. Cepillos interproximales o interdentales
Los cepillos interproximales o interdentales son cepillos de dientes cilíndricos y mucho más pequeños que un cepillo de dientes normal. Se usa para limpiar el espacio que hay entre diente y diente. Hay cepillos interdentales angulares con giro de 90º para una limpieza más cómoda. Los hay con filamentos blancos ( para comprobar el sangrado) y negros (para ver la eficacia de la limpieza).
Con todos estos materiales de higiene bucal ya no hay excusa para mantener una boca sana y una sonrisa perfecta. Fundamental mantener hábitos, ¡no lo olvides!