Ten en cuenta que si tu mascota acaba de llegar a casa contigo necesitará un periodo de adaptación. En el caso de los cachorros ocurre lo mismo que con los bebés, aunque en este caso es más fácil conseguir enseñar a tu perro a dormir toda la noche seguida que a un niño recién nacido. Los perros crecen y aprenden enseguida, por lo que no te preocupes que pronto podrás volver a tu ritmo normal de sueño si sigues una serie de pautas.
- Un ambiente tranquilo.
- Un olor familiar.
- Una cama apropiada.
- Cansarle durante el día.
- Establecer rutinas.
- Dejar un cuenco con agua fresca junto a su cama.
1. Un ambiente tranquilo
Es importante crear un ambiente tranquilo y relajado en el momento justo antes de acostar a tu mascota. Tu cachorro tiene que entender que ya no es momento de juego y prepararle para ir a dormir. Para ello le puede ayudar un masaje en su lomo, eso le permitirá relajar sus músculos.
Si además cada día realizas a tu cachorro un masaje cinco minutos antes de acostarse, no sólo irás entablando una buena relación con él, sino que tu mascota también irá asociando poco a poco ese momento previo para ir a dormir y le ayudará a ir mucho más tranquilo y relajado. Suele ayudar hacerlo en un ambiente con luz suave.
Puedes darle también algo para morder si eso relaja a tu cachorro. Pero ojo! porque hay casos en los que puede suceder lo contrario y que tu cachorro se agite. Tú conoces a tu mascota y por eso analiza si eso le pudiera ayudar.
2. Un olor familiar
También ayuda mucho si, en el momento de tumbarse en su cama, tu cachorro encuentra ese juguete especial que le relaja durante el día. Los perros tienen un olfato muy desarrollado y si tiene cerca ese olor familiar hará que no se encuentre tan agitado por el momento de separarse de ti, y permitirá que pueda relajarse para conciliar un buen sueño.
3. Una cama apropiada
Que tu cachorro tenga la cama apropiada ayudará a que descanse mucho mejor. Ten en cuenta que es muy importante que tu mascota duerma bien para crecer sana. La cama tiene que ser del tamaño adecuado. Cuando aún son muy pequeños conviene que su cama sea con bordes alrededor para que sienta el lugar más acogedor. De esta forma sentirá como si le estuviesen abrazando.
Puedes añadir también una botella térmica cerca del cachorro para que tenga la sensación de estar acompañado por su madre.
4. Cansarle durante el día
Al igual que los niños o que cualquier persona adulta si durante el día realiza mucho ejercicio o esfuerzo físico cae rendido en cuestión de minutos cuando llega la noche, con tu cachorro sucede lo mismo. Es importante que durante el día gaste energía para que luego descanse bien por la noche.
Aprovecha tu tiempo libre durante el día para jugar con tu mascota. Además de hacerle sentir feliz por compartir tu tiempo con él, conseguirás también que se canse y que cuando llegue la noche duerma con mayor facilidad y mucho mejor.
Seguramente conforme vaya creciendo requerirá más horas de juego y ya no consigas seguir su ritmo :). Llévale a parques para perros para que se lo pase bien y pueda agotar todas sus energías. ¡Conseguirás que caiga rendido en su cama!
5. Establecer rutinas
Si conseguimos establecer rutinas en su día a día resultará mucho más fácil que no se agite cuando llega el momento de ir a dormir y consiga relajarse.
Como explicaba en el punto número 1 lo más importante es ese momento previo para ir a dormir. Es fundamental que establezcas una rutina para que tu cachorro asocie que lo siguiente al masaje será ir a la cama. Se trata de una manera relajante de anticipar a tu mascota lo que viene después. Llegará un punto en que sea él mismo el que vaya hacia su habitación para acostarse.
6. Dejar un cuenco con agua fresca junto a su cama
Acostúmbrate a dejarle un cuenco con agua fresca junto a su cama. Ten en cuenta que muchas veces tu cachorro se despertará durante la noche porque tiene sed. Cuando se despierte llorando y no acudas, en un par de minutos se dará cuenta que lo tiene al lado y lo beberá el solo.
Lo mismo pasa con el tema del pipí. Al principio no lo controlará, pero no le regañes porque es normal. Suele venir bien que lo lleves a dar un paseo corto o que tenga cerca una zona de empapadores para que se acostumbre hacer pipí sobre ellos.
Ahora espero que pongas en práctica estas sencillas pautas y que pronto recuperes tu buena rutina de sueño, pero mientras tanto ¡no olvides disfrutar de tu cachorro! 🙂